Las fresas son una de las frutas más populares de la temporada de verano. Y una de las maneras más deliciosas de aprovechar su dulce sabor es hacer mermelada casera. La mermelada de fresas es fácil de hacer y requiere muy pocos ingredientes. En este artículo, te enseñaremos cómo hacer mermelada de fresas en casa.
Lava las fresas y quita los tallos. Una vez limpias, pica las fresas en trozos pequeños. Si desea una mermelada más espesa, puedes triturar las fresas con un tenedor o un procesador de alimentos.
En una cacerola grande, agrega las fresas picadas, el azúcar y el jugo de limón. Cocine a fuego medio-bajo y mezcle hasta que todo el azúcar se haya disuelto en los jugos de las fresas.
Una vez que el azúcar esté completamente disuelto, sube el fuego a medio-alto y deja que la mermelada hierva. Mezcla de vez en cuando. Deja que la mermelada hierva lentamente durante unos 20 minutos. Si la mermelada comienza a burbujear demasiado rápido, baja el fuego ligeramente para evitar que se queme.
Para determinar si la mermelada está lista, puedes hacer la prueba del plato. Coloca un plato limpio en el congelador durante unos minutos. Luego, agrega una pequeña cantidad de mermelada caliente en el plato. Si se solidifica y se arruga al tocarla con el dedo, eso significa que está lista. Si no, cocina la mermelada por unos minutos adicionales.
Una vez que la mermelada esté lista, retira la cacerola del fuego y deja que se enfríe durante unos 10 minutos. Luego, vierte la mermelada caliente en frascos de vidrio limpios y sella con tapas herméticas. Si deseas que la mermelada dure más tiempo, puedes colocarlos los frascos de mermelada en un baño de agua caliente durante 10 minutos y dejarlos enfriar a temperatura ambiente.
La mermelada de fresas casera es una deliciosa manera de disfrutar el sabor fresco de las fresas durante todo el año. Esta receta es fácil de hacer y solo requiere unos pocos ingredientes básicos. ¡Inténtalo hoy y sorprende a tu familia y amigos con tu propia mermelada casera de fresas!